Bilbi Menor
El Bilbi Menor vivió el árido interior de Australia. A pesar de su diminuta estatura, tenía una estructura robusta. Además de su suave y esponjoso pelaje, este pequeño marsupial tenía una nariz alargada y enormes orejas. Con sus musculosas patas delanteras excavaba su comida, normalmente eran insectos, otras criaturas diminutas y raíces- de la tierra. Sin embargo, sus patas delanteras eran ideales para excavar su madriguera, que podía alcanzar una profundidad de dos metros. Durante el día, el animal nocturno se escondía en ella.
Los aborígenes cazaban antes al Bilbi Menor, principalmente por su sedoso pelaje. Sin embargo, no se produjo un grave descenso de la población hasta que los europeos se asentaron en Australia a principios del siglo XX, introduciendo una gran cantidad de especies europeas en el proceso.
A partir de entonces, los principales depredadores de la presa menor de nariz de conejo fueron los zorros rojos y los gatos domésticos, pero también los conejos salvajes, que contribuyeron a la extinción de la presa por desplazamiento. Sin embargo, los humanos comparten parte de la culpa. Los europeos convirtieron el hábitat del carnicero menor de nariz de conejo a un pastoreo de vacas a gran escala.
Aunque el último avistamiento del que se tiene noticia se produjo en 1931, los relatos de los aborígenes indican que la especie sobrevivió hasta la década de 1960.
Pato de Labrador Camptorhynchus labradorius
Este pato era bastante pequeño, medía de unos 51 cm de longitud, probablemente se crió a lo largo de la costa este de Norteamérica, desde Terranova/Labrador hasta Virginia.
Aunque el pato del Labrador probablemente siempre ha sido poco común y su carne se consideraba menos sabrosa, hasta mediados del siglo XIX, los patos del Labrador abatidos se podían encontrar en los mercados de aves de corral de Baltimore, Nueva York y Filadelfia, por ejemplo.
Se desconoce la alimentación de los patos labradores, aunque se supone que subsistían sobre todo a base de moluscos. El hecho de que esta especie pareciera tener sólo un poco de miedo a los humanos ayudó a su caza. En consecuencia, se puede atribuir a la caza excesiva la causa principal de su extinción. Se presume que el último pato labrador confirmado fue abatido en Long Island (Estados Unidos) en 1875.