Sabemos que un asunto muy importante en la vida profesional y familiar son las buenas relaciones, el buen trato, la cortesía, la educación, el respeto, la tolerancia, la disciplina. Pero algo que muchos pasamos por alto es el saludar con vigor, con alegría, con vitalidad, con amabilidad, manifestando lo que se siente, la emoción de haber encontrado a una persona que se quiere.
Debemos plantearnos cómo se siente estar en los zapatos de ese otro compañero o amiga, ¿Qué queremos sentir cuando lo veamos? Puede ser un abrazo o unas palabras sinceras viendo sus ojos; hay distintas formas de expresarlo. Pero, que bien se siente cuando te hablan con la verdad y alegría a la hora de saludar.
Cuidemos también no ser exagerado o sobreactuado en nuestros saludos, se nota mucho y nos deja en evidencia; esto hace pensar a otros si acaso pretendemos alguna cosa. El saludo caluroso debe ser verdadero; debe salir de ti y no tratar de engañar a nadie.
Transmitir Alegría mediante el saludo
A partir de hoy te retamos a que practiques cada día en tu trabajo (para iniciar), desde la mañana hasta la noche el saludo verdaderamente alegre y sincero, mira sus ojos, aprieta su mano entre tus dos manos (para los caballeros) sin miedo, sin pena ni vergüenza.
Entrega ese beso en la mejilla mientras sujetas sus hombros con ambas manos y sin soltar dile “Que bueno verte amiga” muestra bien tus dientes, enseña esa sonrisa grande y deja saber que estás alegre y que te alegra aún más verle, pero no solo eso; estudia cómo cambia la cara de quien saludaste. Podrás observar que cambiara incluso su estado de ánimo, Lo que le ocurre es que recibió una dosis directa a su vida de alegría y encanto, porque todos merecemos alegría, es que aconsejamos estas cosas, feliz semana y alegría para ti