En los años 1.346 y 1.347, el mundo fue atacado inesperadamente, la peste negra afecto a gran parte de la población mundial, desde el norte de áfrica, Asia, Oriente y Europa. Esta enfermedad apareció y desapareció durante 400 años, matando a un estimado de veinticinco millones de personas en solo Europa y más de cuarenta millones en áfrica, atacó en primer lugar a Asia y se esparció a través de los canales comerciales hacia Europa.
El origen de la peste negra en aquellas épocas era totalmente desconocido, hasta después de múltiples esfuerzos se dio con la respuesta, la bacteria yersinia pestis que afectaba a las ratas negras y otros roedores portadores de parásitos y así se transmitía con las pulgas que picaban a los humanos también.
Síntomas de la peste negra
El tiempo de incubación de la peste tomaba un aproximado de 16 a 23 días para que se manifestaran los primeros síntomas. Las manifestaciones se veían en inglés, axilas o cuellos, con inflamación de los nódulos del sistema linfático y fiebres extremadamente altas, una persona podría no presentar los síntomas en la noche y amanecer con una fiebre de cuarenta grados y pequeñas hemorragias cutáneas.
Los desesperados intentos de combatirla
El sistema médico no estaba preparado para recibir esa pandemia, las medicinas no surtían efecto y en algunos casos incluso causaban más daños al cuerpo que mejorías. Algunos médicos dieron con aciertos, desde el uso del tapabocas y usando filtros para el aire. El único alivio era que los sobrevivientes no volvían a sufrirla. La peste negra finalizó en el año 1.903.