Durante mucho tiempo se ha dicho qué, beber mucha agua es saludable y qué mientras más; mejor. El problema bajo ese concepto se encuentra en que el cuerpo humano no es un almacén infinito. Al igual que muchas otras formas de vida; poseemos límites.
El cuerpo humano no está diseñado para funcionar bajo excesos. Diversos estudios muestran como nuestro sistema rechaza inminentemente un componente presente en demasía. Funciona con el azúcar, la sal y muchos otros elementos que forman parte de nuestro entorno alimenticio.
¿Qué pasa en nuestro cuerpo al beber mucha agua?
Al ingerir agua se eliminan toxinas en nuestro organismo, incluso se reducen padecimientos como los dolores de cabeza. Pero; si bebemos agua en grandes cantidades el cuerpo rechaza sus beneficios y comienzan los problemas.
Los riñones no pueden llevar a cabo su función principal, los períodos de insomnio se amplifican, la sangre se hace menos densa, el cuerpo absorbe menos nutrientes de los alimentos y muchas cosas más; todas derivadas del exceso de agua en el organismo. Al final, el cuerpo busca expulsar la abundancia de agua de la manera más fácil que encuentra, la sudoración.
Cantidad ideal recomendada
Varios estudios convergen en la idea de qué; un litro y medio o dos, son suficientes para mantener hidratado el cuerpo en un día común. Existen excepciones entre personas dedicadas al entrenamiento intensivo y a los dedicados a trabajos pesados pero; en general, superar los dos litros de agua al día podría conllevar efectos totalmente contrarios a los esperados.