Comúnmente son confundidas estas dos necesidades de nuestro sistema. No siempre la sensación de debilidad y baja energía que notamos a lo largo del día son producidas por el hambre, al igual que no siempre es falta de hidratación la sensación de boca seca. El hambre y la sed forman parte del proceso nutritivo y alimenticio de nuestra vida, pero no significan lo mismo.
Usualmente las personas beben agua o ingieren alimentos bajo un descontrol total de los tiempos. Muchas veces se hace de manera rutinaria y no se observa si realmente el cuerpo necesita alguno de estos dos procesos digestivos. Esto origina la confusión de dichas necesidades.
¿Cómo se diferencian el hambre y la sed?
Sí se habla de deshidratación la mayoría de las personas puede identificar que se presenta por la falta de agua en el organismo. Pero muy pocos pueden asemejar dicha definición con las sensaciones comunes que se sufren durante la deshidratación.
Varios estudios coinciden en qué; durante la deshidratación muchas personas recurren a la comida. Diversos individuos que padecían obesidad fueron estudiados y se descubrió que vivieron grandes períodos de sus vidas bajo un cuadro de deshidratación. Es decir, para el momento en dónde sus cuerpos requerían reponer líquidos, las personas relacionaban las sensaciones en su cuerpo como las producidas por el hambre.
Mejorar la salud aprendiendo a identificar cada una
El ejemplo de acidez estomacal es muy importante en esta situación. Las personas relacionan esta sensación con el hambre o reflujo y lo primero que buscan es un antiácido común. Muchas veces esta sensación se da debido a una baja concentración de líquidos en el cuerpo, es decir, lo primero que se debiera hacer, sería beber agua.